3 dientes de ajo, picados finamente
200 ml de vino blanco seco (o caldo de pollo si prefieres una opción sin alcohol)
150 ml de caldo de pollo
60 ml de jugo de limón fresco (aproximadamente el jugo de 2 limones)
50 gramos de alcaparras (enjuagadas y escurridas)
2 cucharadas de mantequilla (para darle cremosidad a la salsa)
Perejil fresco picado (para decorar)
Rodajas de limón (opcional, para decorar)
Instrucciones paso a paso:
Paso 1: Prepara el pollo
Aplana las pechugas de pollo: Si las pechugas de pollo son gruesas, colócalas entre dos hojas de papel film o papel encerado y aplánalas con un mazo de carne o un rodillo hasta que tengan un grosor uniforme de aproximadamente 1 cm. Esto asegurará que se cocinen de manera uniforme y rápida.
Sazona y enharina: Sazona ambos lados de las pechugas de pollo con sal y pimienta. Luego, pasa las pechugas ligeramente por la harina, sacudiendo el exceso. Esto ayudará a darle una textura ligeramente crujiente cuando se cocinen.
Paso 2: Cocina el pollo
Calienta el aceite y la mantequilla: En una sartén grande, calienta las 3 cucharadas de aceite de oliva y las 2 cucharadas de mantequilla a fuego medio-alto. Espera hasta que la mezcla esté bien caliente, pero sin que la mantequilla se queme.
Dora el pollo: Coloca las pechugas de pollo en la sartén y cocina durante 3-4 minutos por cada lado, o hasta que estén doradas y completamente cocidas. Una vez listas, retíralas de la sartén y resérvalas en un plato cubierto con papel de aluminio para mantenerlas calientes.
Paso 3: Prepara la salsa de piccata
Sofríe el ajo: En la misma sartén, añade los dientes de ajo picados y cocina a fuego medio durante 1 minuto, hasta que el ajo esté fragante pero no quemado.
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