1. Preparar la base del pastel:
Tritura las galletas digestivas (o las galletas de tu elección) en un procesador de alimentos hasta obtener migas finas. Si no tienes procesador, puedes meter las galletas en una bolsa y triturarlas con un rodillo.
Mezcla las galletas trituradas con las 6 cucharadas de mantequilla derretida hasta que la mezcla tenga una textura húmeda y pegajosa.
Coloca esta mezcla en el fondo de un molde redondo o rectangular (puedes usar uno desechable para mayor comodidad) y presiona firmemente para formar una capa uniforme. Mételo en el refrigerador para que se endurezca mientras preparas la crema.
2. Preparar la crema:
En un bol grande, bate el queso mascarpone (o queso crema) con las 6 cucharadas de crema para batir y las 3 cucharadas de azúcar glas. Bate hasta que la mezcla esté suave y cremosa.
Añade la esencia de vainilla y, si quieres un toque de sabor extra, incorpora las 2 cucharadas de cacao en polvo. Si prefieres un pastel de sabor más suave, puedes omitir el cacao.
Asegúrate de que la mezcla esté bien integrada y tenga una consistencia espesa.
3. Montar el pastel:
Si has decidido usar café fuerte o café instantáneo, moja ligeramente las galletas con el café. Si no eres fan del café, este paso es opcional.
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