Fatiga repentina, pérdida de memoria o incluso menstruaciones impredecibles… ¿Y si no se trata solo de estrés o simple depresión? Para muchas mujeres, ciertos cambios físicos o emocionales son los primeros signos de un importante trastorno hormonal: la menopausia precoz. Una realidad invisible, pero muy presente, que puede ocurrir antes de los 45 años. Estas son las señales que no debes ignorar para escuchar mejor a tu cuerpo.
La menstruación jugando al escondite: una primera señal a tener en cuenta.
Cuando los ciclos menstruales se vuelven irregulares (a veces muy seguidos, a veces con semanas de diferencia), puede ser señal de que la ovulación ya no sigue su ritmo habitual. Esta irregularidad suele ser el primer signo de la perimenopausia. Algunas mujeres, como Naomi Watts, experimentaron la menopausia a los 36 años. Otras, como Halle Berry, mucho más tarde. Cada ciclo es único, pero la irregularidad menstrual sigue siendo una característica destacada.
¿Sientes ganas de orinar con frecuencia? No siempre es la vejiga la que está en juego.
¿Necesitas ir al baño con más frecuencia de lo habitual? Los cambios hormonales también afectan el tono muscular del suelo pélvico y la salud de la vejiga. Esto puede provocar micción frecuente, molestias o incluso pequeñas pérdidas inesperadas. Esto no es inevitable, pero es señal de que tu cuerpo está exigiendo un nuevo tipo de atención.
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