Los vasos sanguíneos no duelen, ni se sienten pesados ni tensos. Simplemente se desgastan silenciosamente. Y entonces, de repente, te sube la presión arterial, se te hinchan las piernas, se te acelera el corazón. Y no entiendes: ¿de dónde viene esto?
Y la razón suele estar en la comida que comemos. Más precisamente, en lo que le ponemos a diario.
Los vasos sanguíneos no solo envejecen con la edad. También envejecen debido a la dieta, que espesa la sangre, inflama las paredes arteriales y provoca la acumulación de colesterol. Y a menudo, alimentamos este proceso sin darnos cuenta.
Pregúntese: ¿Había alguno de los siguientes alimentos en su mesa esta mañana?
1. Salchichas y perritos calientes
Es práctico: se cortan y se sirven. Pero en realidad, son una mezcla de sal, grasas trans y conservantes que dañan el hígado, aumentan los niveles de colesterol “malo” y causan inflamación en las paredes de los vasos sanguíneos.
¿Por qué son perjudiciales?
• Aumentar la viscosidad sanguínea
• Aumenta el colesterol LDL
• Reduce la elasticidad de los vasos sanguíneos.
Alternativa saludable: pollo o pavo hervido, pescado al horno.
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