1. Fortalece el sistema inmunitario.
El clavo es una rica fuente de antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres, que dañan las células y aceleran el envejecimiento. Consumir tan solo dos dientes al día puede fortalecer el sistema inmunitario, previniendo enfermedades comunes como resfriados y gripes. Además, su alto contenido en vitamina C fortalece la función de los glóbulos blancos, ayudando al cuerpo a resistir mejor los virus y las bacterias.
2. Mejora la digestión.
Si alguna vez has tenido problemas digestivos, el clavo de olor puede convertirse en tu nuevo aliado. Estimula la producción de enzimas digestivas, lo que ayuda a aliviar la hinchazón, los gases y las molestias estomacales. Comer dos clavos de olor antes de cada comida promueve un sistema digestivo más eficiente, mejorando la absorción de nutrientes.
3. Regula el azúcar en sangre.
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