Estudios han demostrado que el clavo ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre. El eugenol, un compuesto presente en esta especia, mejora la sensibilidad a la insulina, lo que permite un mejor control de la glucemia. Comer dos clavos al día puede ser especialmente beneficioso para personas con prediabetes o diabetes tipo 2, siempre bajo supervisión médica.
4. Alivia el dolor de muelas y la inflamación.
El clavo de olor es un remedio tradicional para el dolor de muelas y la gingivitis gracias a sus propiedades analgésicas y antiinflamatorias. Comer dos clavos de olor al día puede ayudar a reducir las molestias bucales y prevenir infecciones gracias a sus propiedades antimicrobianas.
5. Mejora la salud del hígado.
El hígado desempeña un papel importante en la desintoxicación del cuerpo, y el clavo de olor puede contribuir a ello. Los antioxidantes del clavo de olor, en particular el eugenol, protegen al hígado del daño oxidativo y mejoran su función de eliminación de toxinas. Añadir esta especia a la dieta diaria puede ayudar a mantener un hígado sano y reducir el riesgo de enfermedades hepáticas.
¿Cómo consumirlos de forma segura?
Si bien comer dos dientes al día puede ser beneficioso, es importante no excederse, ya que algunas personas, especialmente aquellas con problemas estomacales o embarazadas, pueden encontrarlos demasiado fuertes. Es mejor masticarlos después de las comidas o añadirlos a infusiones. También se pueden incorporar a recetas como suplemento dietético.
Conclusión
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