Bolitas de calabacín al horno: una receta crujiente y saludable

 

1. Precalentar el horno

Precalentar el horno a 200°C (marca de gas 6-7 o 400°F). Cubre una bandeja para hornear con papel pergamino o engrásala ligeramente con aceite de oliva para evitar que las albóndigas se peguen.

2. Preparar los calabacines
Lavar los calabacines y rallarlos con un rallador grueso. Colocar el calabacín rallado en un colador, espolvorear con una pizca de sal y dejar escurrir durante 10 minutos para eliminar el exceso de agua. Presiona los calabacines firmemente en un paño limpio o con las manos para extraer la mayor cantidad de líquido posible, para obtener una textura firme para las bolas.

3. Preparar la mezcla
En un tazón grande, combine el calabacín escurrido, la cebolla en rodajas, el ajo picado, el queso parmesano rallado, el pan rallado, el huevo batido y el perejil picado. Condimentar con sal, pimienta y, si se utiliza, orégano o chile picante. Mezcle bien con una cuchara o con las manos hasta que la mezcla esté suave y ligeramente pegajosa. Si la mezcla está demasiado húmeda, agregue 1 a 2 cucharadas de pan rallado.supplémentaire.

4. Dar forma a las albóndigas
Tome aproximadamente 1 cucharada de la mezcla y forme bolitas del tamaño de una nuez con las manos ligeramente húmedas para evitar que se peguen. Coloca las albóndigas en la bandeja para hornear, separándolas ligeramente para que se cocinen de manera uniforme. Deberías obtener entre 12 y 15 albóndigas, dependiendo de su tamaño.

5. Cocinar

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