Pincele suavemente la parte superior de las albóndigas con aceite de oliva para ayudar a que se doren. Hornee a 200°C durante 20 a 25 minutos, girando las albóndigas a mitad de la cocción (después de 10-12 minutos) para que se doren uniformemente. Deben quedar dorados y crujientes por fuera y tiernos por dentro.
6. Servir
Sirve las saludables bolitas de calabacín calientes o tibias, acompañadas de una salsa a tu elección: salsa de tomate casera, una salsa de yogur con ajo y limón o una salsa de crema fresca y hierbas. Para darle un toque festivo, decora con perejil fresco o queso parmesano extra.
Consejos para una entrada vegetariana fácil y exitosa
Calabacín bien escurrido: exprimir el agua es esencial para que las bolas se mantengan unidas; No omita este paso.
Pan rallado: El panko aporta más textura crujiente, pero el pan r
Variaciones: Sustituya el parmesano por pecorino o agregue queso feta cortado en cubitos para darle más carácter. Agregue zanahorias ralladas o hierbas como albahaca para variar.
Almacenamiento: Guarde las albóndigas en el refrigerador (2-3 días) en un recipiente hermético; recalentar en el horno a 150°C para recuperar su textura crujiente.
Guarniciones para estas albóndigas crujientes de calabacín
Ensalada verde con vinagreta de limón para una comida ligera.
Salsa de yogur de limón o tzatziki para un toque mediterráneo.
Vino blanco seco (Pinot Grigio o Sauvignon) para un aperitivo elegante.
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