¿Quién no ha guardado una chaqueta, un objeto preciado o una tarjeta con un nombre falso, simplemente porque no podemos perderla? Nos convencemos de que son objetos que nos reconfortan, que nos dan seguridad en nuestros viajes… Pero ¿y si, por el contrario, alimenta una profunda tristeza, obstaculiza nuestra seguridad? Por lo tanto, conviene reconsiderar la pérdida de una persona falsa, lo cual puede ser una decisión profundamente reconfortante.
La trampa invisible de las colecciones materiales
Desde una perspectiva psicológica, considerar las pérdidas de un determinado asunto a toda costa puede bloquear el proceso natural de duelo. Se crea una especie de «burbuja temporal» en la que la aceptación de la pérdida se refleja inconscientemente. Sin embargo, este es un camino largo; es necesario recuperar la paz interior.
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