Es normal preocuparse a medida que envejecemos si nuestras piernas ya no parecen tan fuertes como antes. Quizás lo notemos al levantarnos de una silla o al subir escaleras, que nos cuesta más que antes.
Aunque esto pueda parecer alarmante, la buena noticia es que el primer paso para abordarlo es conocer las causas. Exploremos por qué la debilidad ósea puede desarrollarse con la edad y, aún más importante, qué puede hacer para mantener sus huesos fuertes y resistentes.
¿Por qué nuestros huesos se debilitan a medida que envejecemos?
La debilidad ósea es frustrante, pero no es algo que se pueda aceptar sin más. Existen algunas causas comunes, y comprenderlas te permitirá tomar medidas.
1. Debilidad muscular (sarcopenia)
Un factor importante es la sarcopenia, o pérdida muscular relacionada con la edad. Después de los 50 años, es común perder alrededor del 15 % de fuerza muscular por década, aunque esto varía de una persona a otra.
La inactividad acelera esta pérdida, lo que hace que el movimiento regular sea crucial para mantener la masa y la función muscular.
2. Actividad física reducida
Otra razón importante es simplemente que nos movemos menos. A medida que las personas envejecen, pueden reducir sus niveles de actividad, creando un círculo vicioso: la menor actividad resulta en músculos más débiles, lo que dificulta aún más la actividad.
La inactividad también puede contribuir a la mala circulación, la rigidez de las articulaciones y enfermedades como la diabetes tipo 2. Mantenerse activo, de cualquier manera posible, contribuye en gran medida a mantener huesos fuertes.
3. Enfermedades crónicas
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