4 recetas de mermeladas sin azúcar que te encantarán

 

Coloca la fruta preparada en una olla de fondo grueso junto con el zumo de limón y, si la receta lo requiere, un poco de agua para ayudar a que no se pegue en las primeras fases.

Cocina a fuego medio, removiendo de vez en cuando para evitar que la mezcla se queme en el fondo. Dependiendo de la fruta, este paso puede llevar entre 10 y 40 minutos:

Frutos rojos: unos 10-15 minutos.

Mango: 10-15 minutos con la gelatina o agar-agar añadido a mitad de cocción.

Ciruelas: 20-30 minutos, hasta que la fruta se deshaga por completo.

Naranjas: 30-40 minutos, agregando la ralladura en los últimos minutos para potenciar el aroma.

El objetivo es que la fruta se ablande y suelte sus jugos, creando una textura de compota.

Paso 3: Añade el espesante y el edulcorante (opcional)
Cuando la fruta ya tiene la textura de un puré grueso, es momento de añadir el espesante. Según la receta, puede ser:

Semillas de chía: se añaden al final y ayudan a espesar mientras la mezcla se enfría.

Gelatina hidratada o agar-agar: se incorpora durante la cocción y necesita unos minutos para activarse.

Prueba la mezcla y, si deseas un sabor más dulce, añade estevia, eritritol o el edulcorante de tu preferencia poco a poco hasta alcanzar el punto deseado.

Paso 4: Envasar y conservar

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