1. Deficiencia de vitamina B12
La vitamina B12 es crucial para la salud de las células nerviosas y la producción de mielina, la capa protectora que rodea los nervios. Sin suficiente vitamina B12, los nervios pueden dañarse, lo que provoca entumecimiento, hormigueo, problemas de equilibrio o incluso problemas de memoria.
Causas de deficiencia: dietas vegetarianas o veganas, mala absorción debido a trastornos estomacales o ciertos medicamentos como la metformina.
Otros síntomas: fatiga, piel pálida, dificultad para caminar, cambios de humor.
Prevención : incluir alimentos como carne, pescado, lácteos o tomar suplementos de B12 si lo recomienda un médico.
2. Deficiencia (o exceso) de vitamina B6

La vitamina B6 ayuda a controlar los neurotransmisores, las sustancias químicas que transmiten señales entre los nervios. Tanto los niveles bajos como los excesivos pueden afectar la función nerviosa.
Síntomas de deficiencia: hormigueo en manos y pies, irritabilidad, confusión y anemia.
Factores de riesgo: mala alimentación, alcoholismo o ciertos medicamentos como la isoniazida.
Prevención: Consuma plátanos, aves, cereales fortificados y papas. Evite siempre los suplementos de dosis alta, a menos que se los receten.
3. Deficiencia de vitamina B1 (tiamina)
La tiamina es crucial para transformar los alimentos en energía y favorecer la salud nerviosa. Su deficiencia puede destruir los nervios periféricos y causar entumecimiento o debilidad.
Causas de deficiencia : consumo crónico de alcohol, desnutrición o uso prolongado de diuréticos.
Condiciones asociadas: beriberi y síndrome de Wernicke-Korsakoff.
Fuentes alimentarias: cereales integrales, frutos secos, semillas, carne de cerdo y legumbres.
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