4. Deficiencia de vitamina E
La vitamina E es un potente antioxidante que protege las membranas nerviosas del daño. Una deficiencia grave, aunque poco frecuente, puede provocar neuropatía periférica.
Síntomas: pérdida de coordinación, debilidad muscular y entumecimiento.
Causas: trastornos genéticos que afectan la absorción de grasas o enfermedades crónicas como la fibrosis quística.
Prevención: incluir frutos secos, semillas, espinacas y aceites vegetales en la dieta.

5. Deficiencia de niacina (vitamina B3)
La falta de niacina puede causar pelagra, que se caracteriza por dermatitis, diarrea, demencia y problemas relacionados con los nervios, como hormigueo y entumecimiento.
Factores de riesgo: dependencia del alcohol, mala alimentación o ciertas afecciones gastrointestinales.
Fuentes alimenticias: aves, pescado, maní y granos fortificados.
Cuándo preocuparse
El hormigueo ocasional que se intensifica al cambiar de postura suele ser inofensivo. Sin embargo, si el entumecimiento es persistente, se extiende o se asocia con debilidad, mareos o confusión, no debe descuidarse. Las deficiencias vitamínicas suelen corregirse con cambios en la dieta o suplementos, pero si no se tratan, pueden producirse daños nerviosos a largo plazo.