¡La buena noticia es que podemos dar el salto! Incluso a los 70, nunca es tarde para fortalecer los músculos. Solo se necesita un poco de flexibilidad… y ánimo.
Muévete con inteligencia, ¡pero muévete!
No tienes que ser un maratonista. Los ejercicios más efectivos son sencillos: sentadillas, zancadas, flexiones ligeras, subir escaleras o incluso una caminata rápida. La clave es moverse todos los días, aunque solo sean diez minutos. El yoga ligero, el pilates, el ciclismo o la natación también son excelentes aliados.