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Pelar y cortar las papas en rodajas finas o en cubos pequeños.
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Cortar la cebolla en julianas (si la usas).
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En una sartén grande, calienta abundante aceite de oliva y fríe las papas con la cebolla a fuego medio. No deben dorarse mucho, solo cocerse y quedar blandas (unos 15 minutos).
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Escurre las papas y la cebolla del aceite y déjalas enfriar un poco.
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Bate los huevos en un bol grande, añade sal y luego incorpora las papas y cebolla cocidas. Mezcla bien.
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En una sartén antiadherente con un poco de aceite, vierte la mezcla y cocina a fuego medio-bajo unos 5–7 minutos por lado. Usa un plato grande o tapa para darle la vuelta.
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Deja que quede un poco jugosa en el centro si te gusta “bien jugosa”
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