La idea de que la hoja de laurier será de 100.000 hojas más poderosa que el Botox es puro marketing, sin ninguna base científica.
Los efectos de los antioxidantes y antiinflamatorios son más modernos que los de una intervención médica.
Para soluciones eficaces contra las pieles incluso después de los 70 años, los tratamientos mejorados (dermatológicos, higiene de la vida…) son incontournables.