2. Beneficios concretos para tu cuerpo
Desobstruye las arterias: previene la acumulación de placa aterosclerótica, promoviendo así una mejor circulación sanguínea y reduciendo el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Cura el hígado: favoreciendo la desintoxicación y la regeneración celular, gracias a sustancias antiinflamatorias y antioxidantes.
Controla la presión arterial: Los Omega-3 ayudan a mantener los vasos sanguíneos elásticos y reducen la presión arterial.
Regula la diabetes: La fibra soluble retarda la absorción de azúcares y ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en sangre.
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3. ¿Cómo incluirlo en tu dieta diaria?
Semillas de lino: Muélelas y agrégalas al yogur, batidos o ensaladas.
Semillas de chía: ideales para elaborar budines o añadir a bebidas y cereales.
Semillas de cáñamo: ricas en proteínas, perfectas para enriquecer sopas, ensaladas o pan casero.
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4. Algunos consejos importantes
Muela las semillas de lino justo antes de usarlas para conservar los omega 3, que son sensibles al aire y a la luz.
Beba mucha agua cuando consuma semillas ricas en fibra para ayudar a la digestión.
Evite las dosis excesivas: una o dos cucharadas al día son suficientes para disfrutar de sus beneficios.
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5. ¡Atención!
Recuerde siempre que, a pesar de sus beneficios, estas semillas no sustituyen el tratamiento médico ni el consejo de un especialista. Si padece hipertensión, diabetes o problemas hepáticos, consulte siempre a su médico antes de incorporar nuevos suplementos a su dieta.
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En conclusión
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