- Una pizca de cúrcuma: para calmar la piel y prevenir la irritación.
- Unas gotas de zumo de limón: para un efecto ligeramente aclarante.
- Un poco de puré de papaya: gracias a su enzima natural, la papaína, que también debilita el cabello.
¿Y los resultados entonces?
Los comentarios son generalmente positivos : vello más fino, regeneración más lenta, piel más suave… Algunos usuarios incluso notan una reducción significativa del crecimiento del vello después de varios ciclos. Claro que esto requiere paciencia y constancia, pero ese es el precio de una solución natural, económica y respetuosa con la piel .
¿Listo para intentarlo? Con unos dientes de ajo y un poco de perseverancia, ¡quizás puedas despedirte de tu afeitadora… para siempre !
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