
Una mujer sostiene a su bebé recién nacido | Fuente: Midjourney
El bebé, nuestro bebé, tenía la piel pálida como la nieve fresca, mechones de pelo rubio y, cuando abrió los ojos, eran sorprendentemente azules.
“¿Qué demonios es esto?”, me oí decir. Mi voz sonaba extraña y lejana.
Elena me miró con una mezcla de amor y miedo en los ojos. “Marcus, te lo puedo explicar…”
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