capricho todas las noches y no engordo ni un gramo. Es el único pastel que puedo comer después de cenar. Solo tiene 90 calorías.

Este delicioso pastel de yogur es el capricho perfecto para quienes desean cuidar su figura sin renunciar a un postre delicioso. Con solo unas 90 calorías por porción, es uno de esos dulces excepcionales que puedes disfrutar por la noche sin remordimientos. El pastel es maravillosamente ligero, delicado y tiene una textura agradablemente cremosa, ideal como postre después de cenar o como un tentempié saludable.

Quien diga que no se debe comer pastel por la noche, ¡claro que no ha probado este pastel de yogur! Ligero, esponjoso y con solo unas 90 calorías por rebanada, este postre es una auténtica joya para quien quiera darse un capricho, sin remordimientos. No contiene azúcar tradicional, es rápido de preparar y es la manera perfecta de terminar el día.

El yogur griego le da al pastel un toque fresco y agradable, haciéndolo deliciosamente jugoso. Combinado con un poco de maicena, da como resultado una textura fina y cremosa, deliciosa tanto caliente como fría. Ya sea solo o con una cucharada de compota de frutos rojos, este pastel demuestra que la indulgencia y la ligereza no tienen por qué estar reñidas.

Me doy este capricho todas las noches y no engordo ni un gramo. Es el único pastel que puedo comer después de cenar. ¡Solo tiene 90 calorías!

Ingredientes:
2 tazas (aproximadamente 500 g) de yogur griego natural

3 huevos medianos

½ taza (aprox. 60 g) de maicena

Edulcorante (eritritol, miel u otros; la cantidad puede variar)

3 gotas de extracto natural de vainilla

Preparación:

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