A veces, los objetos más simples pueden tener significados profundos o intenciones ocultas. Esto fue lo que sentí al descubrir unas pequeñas semillas negras debajo de mi colchón. A primera vista parecían granos de pimienta, pero pronto alguien me explicó que se trataba de kalonji, también conocidas como semillas de comino negro.
Lo más curioso no era el hallazgo en sí, sino lo que representaban: alguien las había puesto ahí con un propósito específico. Estas semillas han sido usadas durante generaciones, especialmente por las abuelas, con fines tanto curativos como espirituales.
¿Para qué usaban las abuelas las semillas de Kalonji?
En muchas culturas, las abuelas consideraban el comino negro (Nigella sativa) como una semilla milagrosa. Se usaba para sanar, proteger y atraer bienestar al hogar. Según la sabiduría popular, estas diminutas semillas poseían una energía especial capaz de ahuyentar la negatividad y fortalecer el cuerpo.
1. Protección espiritual del hogar
Las abuelas solían colocar pequeñas bolsitas de kalonji bajo la cama, detrás de las puertas o en las esquinas del dormitorio. Creían que su aroma y energía ayudaban a repeler el mal de ojo, la envidia y las malas intenciones. Para ellas, era una forma de “limpiar” el ambiente sin necesidad de palabras ni rituales complejos.
Consejo: si deseas usar las semillas con este fin, colócalas dentro de una bolsita de tela natural (como lino o algodón) y cámbialas cada cierto tiempo. No las dejes mucho tiempo bajo el colchón si la intención es energética; bastan unas semanas.
2. Propiedades curativas tradicionales
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