5 señales de advertencia de que el cáncer se está desarrollando en el cuerpo

Nuestro cuerpo y mente tienen el poder de enviar señales cuando algo anda mal. A veces optamos por aceptar estas advertencias, y otras veces, simplemente las ignoramos.

Estar atentos a estas señales, a menudo sutiles, puede llevar a la detección temprana de una enfermedad y aumentar las posibilidades de combatirla con éxito.

Por supuesto, siempre que sintamos que algo anda mal, debemos consultar a un médico.

A continuación, se presentan algunas de las primeras señales que nos alertan sobre la presencia de cáncer en nuestro cuerpo.
Pérdida de peso inesperada

 

Si bien a la mayoría nos encanta estar delgados y perdemos peso incluso cuando no estamos contentos con nuestra apariencia, una pérdida de peso repentina sin realizar cambios en la dieta o el estilo de vida puede indicar la presencia de cáncer. Esto es especialmente cierto si la pérdida de peso es significativa y se produce en un corto período de tiempo.

Las posibles formas de cáncer asociadas con una pérdida de peso inexplicable incluyen cáncer de estómago, páncreas o hígado (que afecta la digestión y el metabolismo), cáncer de pulmón o esófago (que interfiere con la deglución y el apetito) y cánceres de sangre como leucemia y linfoma (que afectan el metabolismo y la función inmunológica).

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A diferencia de la fatiga, que es resultado de la falta de sueño y el cansancio, la fatiga que puede indicar afecciones más graves, como el cáncer, es persistente.

Ciertos tipos de cáncer que causan fatiga incluyen la leucemia y el linfoma, el cáncer de colon o de estómago (que causa hemorragia interna lenta y provoca anemia) o el cáncer de hígado.

Cambios en la piel

Cualquier cambio en la piel debe tomarse en serio.
Ya sean lunares, bultos o decoloración de la piel, consulte a su médico.

Los posibles cambios en la piel a los que debe prestar atención incluyen: lunares con bordes irregulares o cambios de color y tamaño (probables signos de melanoma), llagas persistentes que no cicatrizan (pueden indicar cáncer de piel), coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia) (relacionada con cáncer de hígado o páncreas), manchas oscuras o picazón excesiva (pueden indicar cáncer de órganos internos).

Dolor persistente

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Dolor crónico que no desaparece incluso después de tomar medicamentos y descansar lo suficiente.

Si el dolor empeora con el tiempo, consulte a un médico, ya que podría ser un signo de una afección más grave, como cáncer de huesos (dolor óseo o fracturas), tumores cerebrales (que causan dolores de cabeza persistentes, náuseas y problemas de visión), cáncer de ovario o colorrectal (que causa dolor pélvico o abdominal) o cáncer de pulmón (dolor en el pecho).

Bultitos o protuberancias inusuales

Los bultos y crecimientos en la piel son comunes. Sin embargo, si los bultos se agrandan, se enrojecen y duelen, duran más de dos semanas, están duros y no se mueven, o aparecen en los senos o los pezones, consulte a su médico.

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