pequeñas molestias pasajeras, dolores y molestias que atribuimos a la rutina… ¿Y si algo más profundo se escondiera tras estas señales? Una mujer decidió compartir su historia, no para asustar, sino para concienciar.
Un cansancio que creemos “normal”
Susan, de 47 años, madre activa de dos hijos, se sentía agotada a menudo. Un cansancio que atribuía a todo lo que la vida le deparaba: trabajo, responsabilidades, noches cortas… Tanto que a veces paraba en su coche solo para echarse una siesta rápida.
En aquel momento, no le veía nada raro. “Pensábamos que simplemente estábamos agotadas, como todos los demás”, confesó. Pero en retrospectiva, se da cuenta de que este cansancio extremo y persistente merecía ser escuchado.
Síntomas sutiles pero reveladores
Durante un viaje a Francia, Susan sufrió de estreñimiento, un problema que nunca antes había experimentado. Lo atribuyó a cambios en la dieta o al estrés del viaje. En resumen, nada alarmante, pensó.
Pero al regresar a casa, experimentó un dolor intenso. Suficiente para acudir al médico. Las pruebas de rutina no revelaron nada preocupante y le recomendaron reposo. Sin embargo, seguía teniendo la sensación de que algo andaba mal.
Escuchando su voz interior
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Hoy, Susan quiere que su historia sea útil para todos aquellos (hombres y mujeres) que sienten que algo anda mal, incluso sin una prueba médica inmediata. Porque a veces, las pruebas son normales, las opiniones tranquilizadoras… pero la intuición permanece.
Su mensaje es simple e importante: si un síntoma persiste, incluso si es sutil, no debe ignorarse. Podría ser una fatiga inusual, una nueva molestia o cambios sutiles en el funcionamiento de nuestro cuerpo.
Rompiendo tabúes para protegerse mejor
Algunos temas siguen siendo tabú, sobre todo cuando se trata de la salud digestiva o la fatiga crónica. Sin embargo, estas señales suelen ser las primeras que nos envía nuestro cuerpo. Susan nos recuerda que cuidarnos también implica escuchar atentamente nuestras propias emociones.
Para ella, compartir su historia se ha convertido en una misión. Incluso fundó una asociación para concienciar, informar y apoyar a quienes atraviesan experiencias similares. Una maravillosa muestra de solidaridad, nacida de una experiencia personal, para transformar nuestra experiencia en fuerza colectiva.
A veces, escuchar a nuestro cuerpo puede cambiarlo todo