Parmesana de calabacín blanco: comida reconfortante, ligera e irresistible

Parmesana de calabacín blanco: comida reconfortante, ligera e irresistible
Ingredientes (para 4 personas):
4 calabacines medianos
300 g de mozzarella o fior di latte bien escurrido
100 g de queso parmesano rallado
400 ml de salsa bechamel (incluso ligera)
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta al gusto
Pan rallado al gusto (opcional, para la corteza)
Instrucciones:
Prepara el calabacín: Lava y corta el calabacín en rodajas finas a lo largo. Ásalos ligeramente en una plancha caliente durante 1 o 2 minutos por cada lado, el tiempo justo para que se ablanden.
Preparar los ingredientes: Cortar la mozzarella en rodajas o cubos, dejándola escurrir para evitar demasiada agua durante la cocción.
Armar la parmesana: En una fuente para horno, extender una fina capa de bechamel en el fondo, luego una capa de calabacín, seguida de mozzarella, parmesano y más bechamel. Repetir hasta terminar con todos los ingredientes.
Horneado: Espolvorear la superficie con queso parmesano y, si se desea, un poco de pan rallado para gratinar. Hornear en horno precalentado a 180 °C durante unos 25-30 minutos, hasta que esté dorado.
Modo de preparación: Dejar enfriar durante 10 minutos antes de cortar, para obtener una consistencia perfecta.
Consejos para servir y almacenar:
Sírvelo caliente para apreciar mejor su cremosidad.
Sírvelo con una ensalada fresca de temporada.
Se puede conservar en el refrigerador hasta dos días, cubierto con film transparente. Se puede recalentar en el horno o el microondas.
También excelente frío, como plato de verano.
Variantes:
Con jamón cocido: añadir una capa de jamón entre el calabacín y el queso.
Versión vegana: sustituye la salsa bechamel y los quesos por alternativas vegetales.
Con patatas: alterne capas de calabacín y rodajas finas de patatas para obtener un plato más sustancioso.
Preguntas frecuentes:
1. ¿Puedo usar calabacines crudos sin asarlos?
Sí, pero necesitarán cocinarse en el horno un poco más de tiempo y soltarán más agua.
2. ¿Puedo prepararlo con antelación?
¡Claro! Puedes armarlo y guardarlo en el refrigerador, cocinándolo justo antes de servir.
3. ¿Se puede congelar?
Sí, preferiblemente después de cocinarlo. Descongélelo lentamente en el refrigerador y caliéntelo en el horno.