No confíes únicamente en las pruebas rutinarias para protegerte del cáncer. Es igualmente importante escuchar a tu cuerpo y prestar atención a cualquier cosa que sea diferente, extraña o inexplicable.
Aquí hay algunas señales que a menudo se pasan por alto:
1. Sibilancias o dificultad para respirar
Uno de los primeros síntomas que muchos pacientes con cáncer de pulmón recuerdan haber notado es la incapacidad para respirar hondo.
2. Tos crónica o dolor de pecho
Varios tipos de cáncer, como la leucemia y el cáncer de pulmón, pueden causar síntomas similares a los de una tos fuerte o bronquitis. Algunos pacientes con cáncer de pulmón refieren dolor torácico que se irradia al hombro o al brazo.
¿Sabías que las células cancerosas proliferan en ambientes ácidos? Las células cancerosas proliferan en ambientes ácidos, pero dejan de existir en ambientes alcalinos.
3. Fiebres o infecciones frecuentes
Estos pueden ser síntomas de leucemia, un cáncer de las células sanguíneas que se origina en la médula ósea. La leucemia provoca que la médula produzca glóbulos blancos anormales, lo que debilita la capacidad del cuerpo para combatir las infecciones.
4. Dificultad para tragar
La dificultad para tragar suele estar asociada al cáncer de esófago o garganta y, en ocasiones, también es un síntoma precoz del cáncer de pulmón.
5. Ganglios linfáticos inflamados o bultos en el cuello, las axilas o la ingle.
La inflamación de los ganglios linfáticos indica cambios en el sistema linfático, lo que puede ser un signo de cáncer.
6. Hematomas o sangrado excesivo que no cesa
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