Los antihistamínicos como la difenhidramina (Benadryl), la meclizina y la prometazina, que se utilizan comúnmente para tratar alergias, náuseas o mareos, pueden causar somnolencia y confusión, lo que afecta la coordinación y el equilibrio.
7. Analgésicos opioides
Los analgésicos fuertes como la morfina, la oxicodona y la hidrocodona pueden deprimir el sistema nervioso central, causando sedación, mareos e inestabilidad.
8. Medicamentos para dormir
Los medicamentos diseñados para promover el sueño, incluidos zolpidem (Ambien) y eszopiclona (Lunesta), pueden hacer que las personas se sientan somnolientas o desorientadas al día siguiente, lo que perjudica el equilibrio.
9. Anticonvulsivos (fármacos antiepilépticos)
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